En paredes de ladrillos huecos, la aislación térmica mejora un 45%, y en mamposterías con bloques de hormigón un 100%.
El aislamiento térmico en las viviendas, de acuerdo al uso de determinados insumos en la construcción, puede elevarse hasta el 100% y su utilización reduce el consumo energético, aseguran especialistas.
“Si se reemplaza el revoque tradicional por un revoque térmico, la mejora es importante: en paredes de ladrillos huecos, la aislación térmica mejora un 45%, en mamposterías con bloques de hormigón un 100% y en mampostería de ladrillo macizo es de 70%”, explican los especialistas.
“Cuando se coloca aislación térmica en paredes, se reduce el paso del calor al interior de la vivienda en verano y se disminuye la pérdida de calor en invierno”, afirman los técnicos consultados.
Si bien el costo de implementación del aislamiento térmico en comparación con un revoque tradicional es mayor, se lo piensa como una inversión porque este revoque mantiene una temperatura confortable con un menor costo energético en gas y electricidad.
El aislamiento térmico es uno de los elementos necesarios para que una vivienda sea eficiente energéticamente, ya que garantiza el confort de la unidad manteniendo estable la temperatura interior, independientemente de las condiciones exteriores, y minimiza la pérdida de calor.
La opción más viable es un producto que permita aislar térmicamente paredes sin cambiar las costumbres o técnicas constructivas.
En materia legal, en la ciudad autónoma de Buenos Aires, la Ley 4458, de abril de 2013, aborda el aislamiento térmico de edificios, cuya implementación podría limitar un alto porcentaje de la demanda de energía para refrigerar y calefaccionar los hogares.
En tanto, en la provincia de Buenos Aires, esta realidad es diferente con la Ley Provincial 13.059 que exige construir con niveles mínimos de aislación térmica en paredes y techos, responsabilizando al profesional proyectista de su cumplimiento.